Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un https://harmonyxlfl082030.azzablog.com/38899299/revelaciones-sobre-el-cabezazo-de-zidane-a-materazzi